El pasado 29 de Enero, tuvimos el privilegio y gran alegría de recibir al Sr. Obispo Samaniego, auxiliar de la Arquidiócesis de la Ciudad de México, a quien se le ha encomendado la parcela en la Iglesia de la Vida Religiosa y que él, por gracia de Dios, se lo está tomando muy en serio pero al mismo tiempo con  la alegría de los hijos de Dios.

Al papa se lo dijo: “Santo Padre quiero visitar a todas las comunidades religiosas tanto femeninas como masculinas de nuestra Arquidiócesis” y, aunque parecía imposible de lograr, el Santo Padre le contestó: “¡Hazlo!” a la fecha ya lleva más de la mitad de casas visitadas, rompiendo con su cercanía, las distancias, no solo de lejanía, sino también de años.

Para nuestra comunidad es la primera vez que nos visita el obispo, , ¡esto sí que es tener olor de oveja!

Nos ha animado a vivir con seguridad en nuestra Congregación que es parte de la iglesia desde hace más de 138 años, “a darnos a conocer con alegría”; de nuestro hogar nos dijo que lo pondría de ejemplo para otras casas. Y ha compartido con nuestras niñas altos ideales, en el colegio fue sorprendente pues se puso a enseñarles una canción a los preescolares. Ha sido toda una experiencia nueva y renovadora. Todas pudimos ver su sencillez, calidez y cercanía.

La próxima reunión la tendremos en el mes de Marzo, con él y con el Sr. Cardenal, ¡será grandioso! ya que ha convocado a todas las religiosas de vida activa. Realmente es una gran bendición para toda la Iglesia y de todo le damos gracias a Dios.

M. Gloria Laguna de San José